En los meses de más calor, el aceite de oliva virgen extra se enfrenta a su mayor enemigo: el deterioro acelerado de sus propiedades. Aunque su estabilidad es una de las más altas entre los aceites vegetales, un AOVE de alta calidad como el de Oro de Altura requiere ciertos cuidados para conservar intacto su perfil organoléptico y sus compuestos bioactivos.
A continuación, explicamos en profundidad los factores que afectan a su conservación y cómo prevenir la pérdida de calidad.
Temperatura: el factor crítico
El aceite de oliva debe conservarse a una temperatura estable entre 15ºC y 20ºC. En verano, cuando las temperaturas superan los 30ºC en muchas regiones, es fundamental evitar que el aceite se exponga a fuentes de calor:
• Nunca almacenar cerca de fuegos, ventanas, hornos o electrodomésticos que emitan calor.
• Evitar estancias sin ventilación, trasteros calurosos o alacenas expuestas al sol.
• No guardar nunca el aceite en la nevera, ya que la cristalización por frío altera temporalmente su estructura y afecta negativamente a la percepción de sabor y textura.
Luz: el enemigo silencioso
La exposición a la luz provoca una reacción fotooxidativa que degrada los pigmentos naturales (clorofilas y carotenos) y acelera el enranciamiento. Por eso:
• El envase ideal es de cristal oscuro o de lata opaca, que impida el paso de luz.
• En caso de utilizar botellas transparentes, deben guardarse siempre en un armario cerrado.
• La exposición prolongada a luz LED o fluorescente, aunque parezca inocua, también contribuye al deterioro.
Oxígeno: menos aire, más vida
El contacto con el oxígeno inicia reacciones de oxidación que afectan negativamente tanto al sabor como a la estabilidad del aceite.
• Mantener siempre el envase bien cerrado.
• Evitar trasvases innecesarios que aumentan la exposición al aire.
• Si el envase original es grande (3 o 5 L), se recomienda trasvasar a un recipiente más pequeño que se consuma en pocos días, reduciendo el volumen de aire presente.
Material del envase: impacto en la estabilidad
Los mejores materiales para conservar AOVE en verano son:
• Vidrio oscuro: inerte, estable y 100% reciclable.
• Lata de acero: protege totalmente de la luz y mantiene la temperatura si se almacena en lugar fresco.
• PET (plástico): solo si es de alta calidad alimentaria y para consumos rápidos. No recomendable para almacenamiento prolongado.
Evite cualquier envase que haya contenido otros productos, ya que pueden contaminar el aceite incluso con residuos invisibles.
Caducidad y consumo preferente
El aceite de oliva virgen extra no caduca, pero sí pierde propiedades con el tiempo. La fecha de consumo preferente indicada suele ser de 12 a 18 meses desde el envasado, pero esto depende del cuidado en su conservación.
En condiciones óptimas, un AOVE puede mantener su frescura hasta 24 meses. En verano, la regla es simple: mejor comprar menos cantidad y consumir más rápido.
Indicadores de deterioro
Si el aceite ha sufrido una conservación deficiente, pueden aparecer los siguientes signos:
• Color anormalmente opaco o pálido.
• Olor rancio, graso o apagado.
• Sabor plano, sin picor ni amargor.
En estos casos, aunque no es perjudicial para la salud, el aceite ha perdido gran parte de su valor nutricional y gastronómico.
Recomendaciones finales
• Almacene siempre su aceite en lugar fresco, seco y oscuro.
• Prefiera envases opacos y de tamaño adaptado a su consumo habitual.
• Evite comprar grandes cantidades si no puede garantizar una conservación adecuada.
Un aceite de oliva virgen extra como el de Oro de Altura merece ser tratado con el mismo respeto con el que ha sido producido. Su complejidad aromática, su equilibrio en boca y sus propiedades saludables solo se mantienen si se protege correctamente.
Cuidar su aceite es cuidar su sabor.